23 de agosto de 2007

La evaluación


En este primer comentario del semestre, me referiré sobre el texto “Dime como evalúas y te diré qué tipo de profesional y de persona eres”.
Al terminar de leer el texto, se me vino a la mente recuerdos de cómo fui evaluado durante mi paso por el colegio, el primer recuerdo fue una terrible prueba de matemáticas con dos ejercicios o era el 4 o era el 7, o pruebas de castellano en las cuales nunca estudiaba y mi buena compañera de puesto no se molestaba en “soplarme” la prueba entera o extenuantes pruebas de historia en las cuales si no recordabas una fecha optabas a un 4 seguro. ¿Eran estas evaluaciones verdaderamente buenas? Aún tengo mis dudas (aun me cuesta dividir por dos números, tengo mala ortografía y de historia para el 18), ¿no habría otras formas de evaluar?, digo mas ¿innovadoras? Pues este texto me abrió las puertas para pensar en otro tipo de evaluaciones, comprender que no solamente lo importante es evaluar conocimiento no sólo se debe observar su aprendizaje (conocimientos, interpretaciones, comprensiones, aplicaciones, actitudes, destrezas, hábitos, etc.), sino también su estado físico, su estado emocional, su inteligencia, sus problemas, sus capacidades, sus intereses, sus limitaciones, sus circunstancias. Con respecto a esto podría citar que la evaluación en el proceso educativo, es una actividad de servicio, de ayuda al alumno, de propia motivación; la idea de la evaluación como función de control estricto y sanción debe ser dejada de lado. Asimismo, la evaluación como parte de este proceso debe aplicarse a los diferentes aspectos del mismo, es decir, debe involucrar a los alumnos tanto como a los maestros, los planes de estudio, los programas, los métodos y procedimientos, los horarios escolares, el material didáctico, los edificios escolares, el mobiliario, la propia comunidad, etc.; esto es, tiene que estar estrechamente ligada a todos los elementos y aspectos que influyen en el resultado educativo (Milagros Cano Flores).
La moraleja que me deja este texto es que la evaluación esta estrechamente unida al pensamiento que cada uno de nosotros (en especial de los que ya son profesores), de lo que es educar, y que muchos no le ven el verdadero significado a la palabra “educar” y la confunden con enseñar. Es que no es solo entregar los conocimientos, los conceptos y ver a los estudiantes como receptores pasivos de estos saberes. Porque no evaluar y no dejar a un lado los procedimientos, las actitudes, las dinámicas sociales, las relaciones interpersonales etc. Seria bueno que dejáramos un poco de lado el lápiz, la prueba y la hora 30 minutos, y nos diéramos una oportunidad para evaluar de una forma diferente, de una forma menos estresante como lo son los exámenes, y de una forma más psicológica.
Para finalizar propongo este comentario si sabemos que los pilares del conocimiento son: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos y aprender a ser. ¿No se debería también enseñar y evaluar el conocer, el procedimiento, la convivencia, el vivir juntos y el ser?