17 de noviembre de 2007

La sociedad en que vivimos


“Parece que hoy ♪ todo lo que vez ♪ es sexo en la tele y violencia en el cine ♪ donde quedaron, los buenos valores? ♪ en los que creíamos? ♪”

La frase anterior es de la canción de apertura de una serie irreverente de la sociedad actual “Padre de familia”.Si bien la serie es bastante graciosa, sucede algo parecido con el texto tratado. La sociedad en este tiempo contemporáneo ha cambiado como nunca antes lo ha hecho, se han creado, agregado, eliminado y adaptado nuevos valores, es que la sociedad de hoy no es la misma como las de nuestros padres o nuestros abuelos o incluso más atrás. Pero algunos dirán, si, el mundo esta cambiando y cada generación tiene algo nuevo que entregar, pero ¿Qué pasa si envés de avanzar, en ser una sociedad mejor cada vez la empeoramos?. Es esto lo que esta pasando hoy en día con las nuevas generaciones, en ves de construir una sociedad en hermandad, cada vez nos alejamos y nos centramos exclusivamente en nosotros, cada día nos convertimos en una sociedad estresada. Se nos imponen modelos de vida, de pensamiento, de sentimientos, y de acción, todo esto no va creando en nosotros un sentimiento de individualismo en que tenemos que lograr lo que “la vida” nos presenta como meta, y no es que sea malo tener metas, es que a veces esas mismas metas nos están consumiendo. Pensemos en los medios de comunicación en especial la televisión, la cual cada día nos entrega mensajes de “como debería ser nuestra vida” mensajes en los que aparece un linda muchacha promocionando productos light, la moda que debe usar en esta temporada, o el auto, sueño de muchos hombres, estos son ejemplos simples de lo que la televisión nos entrega de estilos de vida, que a veces para lograr obtenerlos no medimos las consecuencias, no importa si atropellamos a los demás, lo importante es satisfacer nuestra necesidad de consumo. Vemos a las personas como objeto de producción dejando de lado la parte humanitaria, cada día se nos olvida más la familia de compartir con ellos, de ver el lado bonito de la vida. Nos estresamos por las deudas, de lujos que a veces ni nos alcanzan, pero así fuimos criados, para satisfacer todos nuestros deseos, que a veces ni siquiera son de esencia primordial, pero así es la vida que se nos impone, así es la vida que a como lugar debemos complacer.
En educación pasa algo exactamente igual que lo anterior, los niños y adolescentes están mucho más inmersos, ya que ellos son la nueva generación. Y esto comienza en los primeros años de estudiantes, recordemos el primer, segundo y tercer lugar en notas, o el copiar en una prueba, todo esto denota una obsesión por la eficacia, ya desde muy temprana edad, en el acto de copiar ni siquiera se aprecia el conocer, las ganas de aprender, solo importa el resultado, ni siquiera importa el como lo obtuve lo importante el lograr el objetivo y ser eficaz. Por lo tanto en educación no se están cumpliendo las metas que uno, como futuro profesor desearía obtener en sus estudiantes. Todo esto por culpa de la nueva sociedad, el valor del ser productivo. Pero ¿como cambiar esto? Es difícil, pero nuestra labor no es solo entregar conocimiento, si no también valores, entregar formación. Es por eso que es fundamental entregar a nuestros estudiantes, una comunicación que promueva el desarrollo a nivel personal y social de los estudiantes, reforzar en ellos el proceso de toma de conciencia y valoración del estudio y del aprendizaje en la vida escolar, no importa el resultado si no el aprendizaje obtenido. Para finalizar, es de vital importancia que nos demos unos minutos para pensar en como estamos llevando nuestra vida y que tan influenciados por este neoliberalismo estamos. Si la escuela es la primera gran universidad, ¿porque no tratar de allí, de integrar los valores que hemos perdido?